Esta es una carta sin respuesta, lamentablemente.
Sobre la sentencia del aborto en México, 2007.
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Que tal profesor.
No supimos aprovechar el tiempo que lo tuvimos en México para discutir sobre el fallo y el comentario de fallo. Y en el fondo nos preocupa que todo se reduzca a una calificación.
Más allá de esto, más allá del número y la aprobación (o reprobación), nos quedaron más dudas que respuestas (como suele suceder con los análisis que intentan destruirlo/descubrirlo todo) en lo referente al estudio de una sentencia que, por decir lo menos, es muy complicada (principalmente en contexto).
¿Por qué nos cuesta tanto aceptar que no somos liberales del todo? Las cortes que predican DD.HH. y terminan por no comprometerse nos han generado, como estudiantes por lo menos, una profunda intranquilidad.
Apenas ayer pregunté por usted, y Araceli me confeso que ya está en la ciudad de las luces. ¿Cuándo, o por qué medio, podríamos aterrizar tantas dudas?
Es curioso que a Kelsen y Hart, así como a todos los liberales que cobija nuestra institución, se nos den como verdades desde el primer semestre. Y una vez que este “barniz” teórico se enfrenta a la realidad se tambalean todos nuestros dogmas académicos. Creo que no es sólo una critica a la Corte ( o al Poder Judicial), toda vez que, con nuestra herencia católica secularizada, nos cuesta trabajo quitarnos la mascara de liberales como sociedad. Esto es, entonces, un problema generalizable.
¿Sería, a caso, más fácil aceptarnos conservadores?
Parece que la dogmática jurídica avalorativa que pregonan los clásicos como Kelsen, Weber y Ayer se ha empezado ha mezclar con la filosofía del Derecho y la Filosofía del Departamento de Derecho (y el Departamento de Economía de paso). Pero quizá esto no debería ser así. Entiendo que la teoría intente desapegarse de los valores que nublan el juicio analítico; pero una enfrentamiento con la moral es inevitable, en la práctica, a cualquier nivel normativo y positivo. Y esto debe aceptarlo el académico, el filosofo y el profesionista.
¿No es el “neo-constitucionalismo” garantista un discurso moral? La conquista y la expansión de los DD.HH., por lo menos en México (pero tengo entendido que en la mayoría de Latinoamerica), ha modernizado el texto pero no la practica.
Enfrentarnos con una sentencia tan tibia como esta, que aproveche la dispersión argumentativa y el hartazgo conceptual para no enfrentarse a los verdaderos problemas, es preocupante. La ausencia del decisiónismo que vemos en la política se ha permeado a la practica del derecho.
Bueno, no le quito más su tiempo. Sólo espero que se encuentre bien y que algún día podamos platicar encarecidamente del tema. También me gustaría platicarle sobre un documental de Kelsen que estoy escribiendo.
Muchos Saludos